martes, 28 de junio de 2016

Ser

"Entregamos todo, todo, todo nuestro poder a las palabras."

He oído de súbito en mi cabeza. Es curioso observar esta frase, es curioso el oleaje que generan las palabras las palabras que genera el oleaje. Observar cómo aiaiaiai que fácil es perderse en medio del mar.

Entregamos todo, todo, todo nuestro poder a las palabras.
¿Qué pasa si lo recuperamos? Tiro una moneda al aire. ¿Cómo? Una moneda al aire.
No soy Yo quién habla, no soy yo quién la tira, no soy yo quién se pierde. Entendemos del revés. No soy Yo, quién lo dice.
¿Qué tiene acceso a Yo?
¿Cómo?
El cuerpo
A través de los sentidos
¿Qué es
Entonces
Yo?
Aha...
Tachán
Gracias, cuenta cuentos.
Yo no soy esto, o lo otro, u aquello. Y es por eso que puedo ser esto, o lo otro, u aquello. 

Yo Soy
Del verbo Ser
De ser
Sin más

Ser
Cualquier cosa
No implica forma
No implica

Ser
De ser
Sin más
No concreta experiencia
No concreta

Ser
De ser
Sin más

Yo no soy quién escribe. Yo no sé lo que soy, yo no sé lo que digo, yo no sé lo que hago, yo no sé lo que elijo. Yo me expreso a través del cuerpo y los sentidos, y me experimento a través de los mismos.

Yo no sé lo que expreso, y sin embargo siento mi expresión ardiendo en las mejillas, salada, roja... 
Yo no sé lo que expreso, y sin embargo puedo sentir un eco... una vibración un eco que viene de mis oídos y se cuela por los mismos y retumba hasta romperse en mil pedazos, cientos de palabras encerradas en cada trozo de espejo. 

Puedo mirarme maravillada en cada trozo sin desear tomarme y cortarme con ello esta mano que no me pertenece. 
¿Son mis oídos vórtices?

Yo soy
Del verbo Ser
Sin más
Esto
U aquello
U lo otro

No soy ninguna
y es por eso
que soy todas las cosas
Soy
Sin más
Cualquier cosa
Del verbo ser. 

No soy las palabras que uso
No soy las personas a las que uso para experimentarme a mi misma
No soy cuerpo
No soy mente
Soy
Todo

Somos todo
El feto
El universo
El feto
Partículas subatómicas del mismo
Un juego de lupas bajo la luz del sol.





Estaba jugando tranquilamente dentro de la caracola
cuando se rompieron las nubes.

domingo, 12 de junio de 2016

“No te identifiques con las olas”




Ahora descubro una nueva dimensión del mar. Una visión más clara, más sencilla.

A lo largo de años regresivamente aquellos sueños, aquellos tsunamis…
La sensación siempre tan perneada en lo profundo de mí acerca de que los demás me huyen cuando… ya, no hace falta explicarlo. ¿Quién no saldría corriendo si viera al mar, bravo, bravo, erecto sobre si abalanzándose, amenazando con llevárselo todo consigo a sus profundidades a la vuelta de su paso? 

Yo, Yo, Yo. Levanto el brazo diez veces.

Soñando soñaba cómo venían una tras otra las enormes olas y gozosa me sumergía en ellas y no entendía por qué el resto huía…
Y así, en mi día a día, he ido identificándome con las olas, presa de ellas esperando que el resto me siguiera… o lo que es peor, me rescatara de lo que no soy.
¿Quién, si no otro pirata, seguiría a un pirata?

No soy un pirata, no soy un líder, no soy un héroe, no soy la ola, no soy.

A veces el mar estaba tranquilo, tranquilo… y yo nadaba en él, sola, libre de cualquier ola.  
Buceaba buscando un tesoro.
Una vez, una única vez soñé que lo encontraba. No recuerdo qué era, ni si quiera que fuera algo.
Sin embargo, sin embargo…






ahora lo sé, siempre lo he sabido.






Desde allí donde esté...
el cuenta cuentos me ha enviado esta postal, este regalo...