miércoles, 25 de enero de 2017

Azul

Hace días que guardo en el pecho palabras de amor, siento burbujas emergiendo de lugares profundos, quieren ascender y evaporarse a la luz del sol.
Se entrelazan sobre mi ombligo y ascienden en círculos abiertos, allí se sienten como troncos sustentándose, retorciéndose los unos para los otros, subiendo y dejándose subir. Trepan, trepan, trepan y oh... El rumor del oleaje es a veces abrumador, pareciera que apremiara un infortunio y sin embargo...
Apela a la rendición, apela con bravura y vitorea "así se hace, tronquitos!".

Y aquí están, en mi pecho, agitando sus ramas.
Apenas se cayeron las hojas ya quieren volver a nacer.
Y los pájaros en mi cabeza sobrevuelan a la espera de la flor, en busca del gusano que mañana agujereará las hojas.

Oh...
Es tan lindo esto que siento cuando la miro y lo traslado al espejo...
Es tan lindo este amor que florece allí donde a nadie ni nada pertenece. Humilde me prostro ante él, no voy a agarrarlo y por ello no lo soltaré.
Sin embargo, extiendo los brazos y pido me preste una semilla, para plantarla en este tiesto, en este cántaro, en este corazón que aquí, entre mis manos, traigo.

Veo sobre el prado tantos reflejos posibles, nos acaricio los labios que se besan sin saberlo, nos sonrío cuando nos veo preguntándonos lo mismo, cierro los ojos y fus fus fus fus... No tomo los fantasmas que no somos.

Pero, déjame decir, aunque sea una vez, "Uff... madre mía, lo que saber hacer esa piel".

Cualquiera puede advertirlo, aún sin tacto y sensibilidad en las manos. Lo sé porque lo he experimentado desde ambos lados.
Déjame, emocionarme una vez más, con lo que desconozco si ve.
Oh... por todas las revoluciones del mundo, es tan hermosa...

Quiero bailar en sus muslos.
Quiero expresar lo que me flipa su aliento, y lo cachonda que me pone escucharla, y sentirla, respirar.
Sentarme en este prado a contemplar, tantas cosas que no son, antes de trasplantar este amor a mi pecho y convertir la jardinería en fuego.

Hay cosas que no se pueden explicar, que se dicen con la piel y con las manos, con la lengua y con las piernas, nada más.
Que no se te olvide respirar...

En mi pecho una semilla en la que duerme todo el amor del mundo.
Woooowww...

¿A caso se puede pedir más?




No hay certidumbre cuando se ama
cuenten lo que cuenten
las palabras