lunes, 11 de abril de 2011

Me agito por ti cuando yazco casi muerta,
si me soplas.
Y resurjo de mi misma como si nunca hubiera hecho otra cosa
que vivirte.
Penétrame la boca hasta desgarrarme la garganta,
así podré respirarte con alivio.
Ayer estabas casi muerta y hoy más follada que nunca.

Desde cuando el lobo es inseguro ante su presa, Caperucita Roja?

Perdóname por seguir enamorada de ti.




            Soy como los árboles, que en invierno yacen muertos y desnudos, sin mas señal de existencia que su áspero cuerpo y un puñado de ramas secas que se agitan únicamente con la fuerza del viento. Hasta que llega la primavera y estalla con ella la vida, y florecen de la nada y resurgen de si mismos como si nunca hubiera ocurrido ninguna otra cosa que no fuera proclamarse.


Ayer estaban muertos y hoy más vivos que nunca; ayer estaba casi muerta y hoy...


No podía quedarme porque nunca me había ido.

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