jueves, 14 de julio de 2016

Una cosa lleva a la otra

Primero dejé que mi cuerpo recuperara su confianza a través de la música, y así me ayudó a recuperar la mía. 
Si pensaba mientras se reconocía bailando, sus movimientos se interrumpían y se ponía de nuevo en guardia. Cuando lo sentí libre de mi me sorprendí por un lado bailando, por otro pensando. Y así, bailando, bailando... me sacudo al mismo tiempo las pulgas, y soy son son son, mientras viajo.

La coherencia me ha llamado muchas veces y muchas veces no he llegado a descolgar el teléfono. Muchas ni si quiera lo he oído sonar.
Un día la serenidad me mandó un email invitándome a merendar, resuelta a llamar mi atención desde dónde fuera y como fuere.  
Conscientemente respondí aceptando la invitación como si me fuera la vida en ello.

Tal vez me iba. Quí sap.

Desde entonces meriendo con serenidad asíduamente, una tarde llegué a su casa y había un tercer invitado, la coherencia.

Hey, te he estado llamando.

Sentí, simplemente, que estábamos cerca, que estábamos irremediablemente unidos.

Una cosa lleva a la otra.
Guarda el río y si se seca... llueve, llueve fuerte, estrepitósamente, caudalósamente no dejes de bailar.


UNA COSA
LLEVA

LITERALMENTE
A LA OTRA


Consigo ~ 
~ La lleva

Consigo ~
~ La trae

Consigo va y viene
Como las olas

En el mar





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