domingo, 24 de julio de 2016

La Higuera, Dios y el Universo

Últimamente viajo mucho. 
En un momento estoy aquí… y al siguiente estoy allí, en todas partes, de un tobogán galáctico a otro.
Durante un tiempo hice casa en el Bósforo de Almasy, entonces no era consciente de que allí habitaba una colmena de avispas Bastophaga psenes. Y tampoco tenía entonces por qué importarme porque desconocía que soy una Higuera cultivada tipo “San Pedro” y que estoy evolucionando a una Higuera cultivada bífera.
Resulta que las flores que nacen en el hueco entre sus clavículas, huelen tan bien que viven allí millones de avispas.
Durante el tiempo que hice casa en el Bósforo de Almasy mi cuerpo fue polinizado.
Fueron su olor y sus manos las que me guiaron. De flor en flor hasta su ombligo, de las rodillas de un salto al suelo, me filtré en la tierra y recordé olvidar, cuando terminé de recordar. 



Bífida, joder, bífida!¡ También puedo ser y soy bífida.
Esta todo aquí todo el rato en todas partes. 
Bífido, bífida bíiiiiii fi do fi da. 
Las palabras, la visión... los oídos, 
los sentidos, las direcciones, las temperaturas las cosas las mariposas los besos los besos los besos... se juntan dos lenguas y es así como se unen dos universos, devorándose uno al otro. 

Esta todo aquí todo el rato en todas partes.
Las lenguas uniéndose, contraídas, levantando olas hasta ahogarse. El universo simultáneamente rompiéndose, extendiéndose a través de las olas hasta fluir a solas.

Qué fue antes, el huevo
O la gallina?

El universo bífido desplegándose en el primer batir de alas de una mariposa.
En la eclosión de un polluelo. 
En la germinación de una semilla... entierro la memoria y germina el presente continuo. 
No temo olvidar que soy el universo ni temo mirar cuando lo recuerdo. Lo olvido y recuerdo todo el rato. 
Brota de la memoria enterrada en cada flor continua. Porque continuarán cuando pase el invierno y volverán a brotar para recordarme que esta todo ahí, bífido universo. En todas partes, todo el tiempo.

Eso ocurre, con los besos.
Desplegan universos.
Se juntan dos lenguas y vuela una mariposa. 
Cada ala guarda un universo completo en si mismo, y las lenguas son el pegamento, el tronco del insecto. 
Y así, durante el beso, se rompe el huevo y nace un universo. Sólo que oye, no se si me explico, no siempre se queda una embarazada, y no siempre una embarazada ha hecho previamente el amor.

Estoy chalada y ahó.
A este lugar acaban de llevarme mis pies, yo sólo estaba mirándolos.
El bífido universo es bífido y también es de cualquier otra forma. Una cosa lleva a la otra, una cosa guarda la otra.


Los dedos de mis pies cuando están muy relajados se separan de sus hermanos y se mantienen unidos en las membranas.
Me ha parecido interesante.


Soy Dios. Me he dado con profunda, delicada, sutil y recurrente cuenta de que soy Dios, y me estoy intentando habituar a ello en vez de huir. Dejad que me explique. Cuando digo soy Dios digo soy el Universo digo soy yo digo la tierra digo el árbol digo la hormiga digo la niña digo el huevo digo la gallina digo el conductor digo el personaje digo el escritor digo digo digo. Y cuando digo, aún cuando Dios no dice y por tanto, no soy, estrictamente Dios, sigo siendo Dios manifiesto cuando digo u hago cualquier cosa. Y es así, cómo funcionan las cosas. Sigo siendo Dios manifiesto cuando digo u hago cualquier cosa, aún cuando Dios no dice y por tanto, no soy estrictamente Dios. Por un lado manifiesto, en tanto que en el extremo opuesto no estoy manifestando. Por un lado estoy manifestando y no soy Dios, en tanto que en el extremo opuesto no estoy manifestando y soy Dios. ¿Me explico? Es el reflejo.
Y Yo, Universo Manifiesto, Diosa del mismo… Englobo y acojo todo eso. La Diosa y la no Diosa, La cara oculta de la luna y la que no, Masculino y Femenino, el agujero negro que en algún lado es este Sol. Yo soy el universo manifiesto y al mismo tiempo la Diosa del mismo que engloba y acoge todo eso, porque cuando Digo Diosa del mismo y más tarde digo “La Diosa y la no Diosa” la palabra Diosa no significa, estrictamente, lo mismo. Reflejo en un diccionario sería algo así.

Diosa d.f
1(1)       Tacatá tacatá
2(2)      Tucutúturúrú
Agüimbagüé la llamada del ahorro.
= Demonio.

Me explico?
Yo soy todo (1) y nada. Yo soy Todo (2) eso, guardo el todo(1) y la nada.

Soy la guardiana. Soy Dios, y Dios no habla, no dice, no nombra… Dios sólo toca.

Y a veces, a veces… Dios toca a otro Dios. O Diosa toca a otra Diosa. O Dios toca a la Diosa, o la Diosa toca a Dios. Como quieras. La cuestión es que a veces, a veces… Dios toca a Dios.
Dios (0) toca a Dios (0).

Y empieza a crearse otro Dios, otro Universo (1)…

Y como Dios y Universo puede ser cualquier cosa... Un niño, un proyecto, un romance, puede uno (1) tener cualquier forma y ser cualquier cosa.

Me estoy habituando a ser el Universo, porque el universo es cualquier cosa y ayer… es curioso esto que voy a decir, es muy curioso… hasta hace un momento era una solitaria, y cuando digo solitaria  me refiero solitaria de soledad y al mismo tiempo digo Lombriz, La solitaria, sí sí. Esa. 

Sabéis… sabéis… la solitaria es una lombriz que se autofecunda, sí. Se autofecunda. Se autoreproduce. Intentaba deciros que soy Dios y soy el universo y puedo crearme y descrearme cuando quiera, todo el tiempo. Cuando estaba a punto de contaros como llevo 6 días escribiendo el universo y ayer… ayer… fue el séptimo y descansé. 

Hace un momento he pensado en definirlo a través de la autofecundación, con el ejemplo de algún animal que pueda hacerlo. Primero he descubierto que hay pocos, y que no confundamos ser hermafrodita con poder autofecundarse y concebir. Después el primer ejemplo que he encontrado ha sido la solitaria, la lombriz que vive en algunos intestinos. Y así he descubierto que también soy una solitaria, tras muchos años de oír y pensar: ¿tendré la solitaria, que como como y como y lejos de engordar adelgazo?. 

Y es curioso… es curioso… eso mismo me ha pasado, hasta hace nada vivía en calidad y cualidad de agujero negro, entonces he recordado que también soy el sol y me he dado la vuelta, le he dado la vuelta al mundo, y es exquisito que en el intento de explicarme, de eructar después de semejante banquete, que ha durado años luz… de dejar de mostrar el culo y sonreír… haya sido precisamente la solitaria, una lombriz, esa lombriz… la que vaya a poner punto y final a esto, y vaya a dar de nuevo un comienzo… Tras muchos días de estar sola, en todo y con todo, dejando que me llevara de aquí para allá la corriente.

El principio de todo esto fue la soledad.
Primero no había nada.
Y en la soledad hallé cualquier cosa que necesitara.
Y en la nada hallé cualquier cosa que necesitara.
El principio de todo esto fue la soledad,
Y el final de todo esto es la Solitaria.
Y así empezó el mundo, en la Solitaria
Y así acabó Todo, en la soledad, Nada más.

Perdonadme, porque cuando hablo no sé lo que digo. Mejor dicho, no sé si lo que digo está viniendo, o ya se ha ido, o ha llegado. No sé si ya me he ido, si he llegado, o si estoy volviendo. Sé que siempre está aquí, en todas partes, nada más.

Que Todo (1) y todo (2) es Todo (3) y así hasta el infinito.
 Y así hasta el origen (0).
Que irse es volver. Que para llegar hay que irse primero. Que cuando vuelves antes habías llegado a algún sitio. Del que acababas de irte hasta que llegaste aquí, y entre ir y llegar, volvías. Y así... así... Ah, sí.

Una cosa lleva, literalmente, a la otra.

Me he dado cuenta de que tengo frases fetiche. ¿Me estaré convirtiendo también en un fetiche? 

Soy Dios, no porque se me ha ocurrido, sino porque me ha ocurrido. Sigo el camino con corazón y me gusta llevar en mis viajes cámaras analógicas de usar y tirar, nunca se lo que estoy fotografiando, pintando, mimetizando... hasta que me es revelado. 

Uno puede irse, volver y llegar.
Uno puede no - irse,  no - volver y no - llegar.
Yo, Dios, ni voy ni vengo ni llego ni regreso. Estoy en todas partes, soy todas las partes.

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